No cabe la menor duda: el amor mueve el mundo. Es el amor, en todas sus vertientes, lo que conecta a unos seres humanos con otros. Incluso es lo que conecta al ser humano con aquello que no lo es, y lo agarra a la vida. Lo amado pasa a convertirse en ese motor que cada día nos pone en marcha colmados de ilusión y en nuestra apuesta diaria. Pero ¿qué sucede cuando se trata de un imposible?
Amores imposibles
La mayoría de los mortales hemos experimentado esta experiencia o estamos en ello. Es más, lo vemos en cine, literatura, música y televisión a diario, y el motivo es claro: cuando estamos ante un amor imposible la intensidad se dispara. Lejos de hacer lo más razonable, que sería entenderlo como algo que no es posible y abandonar, nuestros intentos y esfuerzos se multiplican.
Generalmente, suele existir alguna razón concreta por la cual la historia amorosa en cuestión no puede llegar a buen término. Bien sea por la distancia, por la diferencia de edad o porque alguna de las partes tenga pareja, por ejemplo. Como buenos seres humanos que somos, solemos tender a tratar de buscar una solución a lo que, en principio, vemos como un problema, aunque lo cierto sea que es una realidad. Y es entonces cuando creemos que podemos conseguir que la noche se haga día, porque es lo que queremos. Lo que amamos.
Es muy probable que la sensación de frustración tarde poco en adueñarse de nuestras emociones. En estos casos suele quedar la tristeza de no haber podido vivir un amor que latía por razones ajenas al amor. Es realmente complicado frenar esa lucha que arde desde las entrañas cuando nos enamoramos, pero la vida nos dice que no.
El amor imposible también es amor
Esto es algo que tal vez no todo el mundo entiende y cuando nos abrimos a algún ser querido desde la confianza, hablándole de nuestra experiencia con ese amor imposible, es muy común encontrarnos con falta de comprensión o que se le reste importancia. Desde fuera puede verse simplemente como algo que no es real, que no es. Algo que, es más, no puede ser. Sin embargo, es. Y no solo es, sino que se siente profundo.
Cuando hablas de ese amor imposible, no solo pretendes hacer saber y entender lo que sientes o has sentido, también lo haces porque necesitas desahogarte. Necesitas expresarte, sentirte comprendido y sacar de dentro todo eso que tanto te pesa. Después de toparte con el muro que imposibilitó ese amor, es primordial derribar este otro de incomprensión y retención.
Es completamente normal que en medio de todo ese caos emocional, tal vez, no encuentres las palabras que consigan describir tu experiencia vivida o definir cómo te sientes. Por ello, aquí te dejamos algunas frases acerca de amores imposibles. Quizás te sirvan para contárselo a esa persona de la cual necesitas su escucha y consejos. O tal vez para inspirarte a expresarlo desde tu propio prisma.
A buen seguro, con estas frases de amor imposible vas a sentir que estás leyendo acerca de tu propia experiencia. Podrás sentirte identificado y ese sentimiento de incomprensión por fin va a abandonarte. Recuerda que las grandes leyendas de amor, en su mayoría, han sido también historias de amor tan intensas como imposibles.
De hecho, son muchas las leyendas de amor que se basan en esta lucha por lo imposible. Hacemos mención, casi obligatoria, a la tortuosa relación de Romeo y Julieta o al imposible amor de Jack y Rose, a bordo del Titanic. Está claro que se trata de una temática inspiradora. Ahora es tu turno. Disfruta de estas frases de amor imposible que hemos seleccionado para ti.